La calidad del aire interior juega un papel vital en la salud, la comodidad y la productividad. La ventilación es uno de los controles de ingeniería más importantes en entornos de oficina, y una buena ventilación puede ahorrar energía al tiempo que mejora la calidad del aire interior.

Tener una buena ventilación en un espacio interior de uso frecuente siempre ha sido muy importante para nuestra salud. Asegurarse de que el flujo de aire se renueve con regularidad y de que entre aire fresco en el lugar de trabajo garantizará que los contaminantes del aire que permanezcan en el aire se filtren lo más rápido posible.

La buena calidad del aire y la ventilación apoyan la concentración, las habilidades para la toma de decisiones, la satisfacción laboral, la resistencia, la energía y mucho más. No es solo que a los empleados no les moleste tener demasiado calor o frío o estar en un ambiente sofocante. Los niveles más bajos de CO2 y los niveles más altos de aire fresco y oxígeno ayudan al cerebro a funcionar a su máximo potencial.

La temperatura agradable del aire también contribuyó a una mayor productividad.

Por eso es importante tomar en cuenta los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) que hacen circular el aire existente en el lugar de trabajo. Estos sistemas son la mejor opción, en comparación con los sistemas más sofisticados que bombean aire fresco.

Una de las principales recomendaciones del informe fue asegurarse de que haya una ventilación adecuada en la oficina, ya que esto ayudará a eliminar los contaminantes y mejorar la productividad.